- Un grupo de viticultores de Rahuil Alto, Valle del Itata, viajaron a Santiago, a la feria internacional Espacio Food Service para dar a conocer este producto, impulsar la producción de brandy local, revitalizar la economía rural y atraer a los jóvenes a quedarse en la región. Calificaron como exitoso su paso por este lugar donde participaron exponentes de todo el mundo.
- Con apoyo de la Municipalidad de Florida y la Universidad de Concepción, buscan posicionarse en mercados internacionales y proyectar el futuro de la comuna.
El brandy se ha convertido en un símbolo de la lucha por el desarrollo local en Florida, una comuna rural de la región del Biobío, específicamente en el Valle de Itata, donde la producción vitivinícola ha enfrentado importantes desafíos. Dagoberto Riquelme, dirigente de los viñateros de Rahuil Alto, junto a un grupo de viticultores locales, ha liderado una iniciativa que no solo busca posicionar este destilado en un mercado exclusivo, sino también revitalizar la economía local y fomentar oportunidades para los jóvenes de la zona.
«El brandy es un producto que impulsa nuestra cultura. Queremos dar a conocer las zonas rurales alejadas y crear nuevos empleos», comentó Riquelme. La iniciativa, nacida en 2017, busca fortalecer la identidad local y atraer a un público joven, entre los 20 y 30 años, interesados en productos de calidad y suavidad al paladar. «Es crucial que logremos que más jóvenes se interesen en la cultura rural, ya que muchos migran en busca de mejores oportunidades», agregó.
El proyecto ha contado con el apoyo clave de la Universidad de Concepción, siendo uno de los docentes destacados José Becerra, junto a los enólogos Gustavo Martínez e Ignacio Serra, quienes han colaborado en la investigación y el desarrollo del producto. Juntos, han experimentado con diversas cepas locales como la Moscatel de Alejandría y la uva Corintio, logrando un brandy que ha sido bien recibido tanto por expertos como por consumidores.
José Montoya, uno de los viñateros involucrados en el proyecto, destacó la relevancia de esta iniciativa para la proyección internacional del brandy: «Hemos interactuado con importadoras de Japón, Argentina y Ecuador que están interesadas en nuestro producto. La posibilidad de exportar a mercados europeos y asiáticos es una ventana importante para nosotros».
Sin embargo, los productores reconocen que aún queda mucho por hacer. Nicolás Pinto, otro de los viticultores, mencionó que «el apoyo ha sido bueno, pero necesitamos un impulso adicional para mejorar la marca y proyectar el brandy hacia nuevos nichos de mercado». Para lograrlo, es crucial contar con un capital inicial para campañas de marketing que permitan enfocarse en este público joven, amante de tragos más dulces y suaves.
A pesar de los retos, como la pandemia y las dificultades económicas, la participación en ferias de renombre como en que están participando hoy en Santiago, Espacio Food Service, ha sido un paso significativo. Dagoberto Riquelme agrega que “el respaldo de la Municipalidad de Florida y la Universidad de Concepción ha sido clave para dar visibilidad a este producto y, al mismo tiempo, proyectar a la comuna como un actor importante en el mercado vitivinícola nacional”.
Riquelme es claro: «Si no trabajamos en conjunto con las autoridades y los actores locales, no podremos avanzar. Pero estoy optimista, la acogida ha sido excelente». Este esfuerzo conjunto busca no solo la consolidación del brandy de Florida, sino también mejorar la calidad de vida de sus habitantes, proyectando a la región hacia un futuro más prometedor.
Por su parte, la alcaldesa (s) de Florida, Nicole Coronado, manifestó que “esto nos tiene muy contentos, que nuestros viñateros, que se han visto fuertemente afectados, han creado un producto de alto valor, que les permitirá abrirse a nuevos mercados y mostrar a nuestra comuna en todo nuestro país y en el extranjero”.
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